Si me tomé un descanso muy largo de mi pintura, o si el descanso fue causado por una razón que todavía me afecta, vuelvo a mi primer amor: el dibujo.
 
Dibujar o dibujar al aire libre tiene un efecto muy purificador en mí. Realmente veo esto como un método eficaz de meditación, ya que nuestra mente se distrae mientras nuestro ojo y nuestra mano dibujan el tema que tenemos ante nosotros. Esto me lleva directamente de vuelta al estado de ánimo de la pintura.
 
El dibujo es mi medio favorito. Dibujo desde muy joven, desde los 3 años. Me gusta la posibilidad de trabajar un tema de verdad; detalles, sombras, contornos. El dibujo ofrece mayor libertad para corregir y modificar el tema. Tenemos más tiempo, menos presión, menos estrés... más paz.
 
Creo que el dibujo me centra en mí mismo, porque realmente vuelvo a mis raíces artísticas. Lo cual es importante en momentos de duda o falta de motivación.
 
Si usa una técnica diferente, vuelva a la técnica que le sea más familiar y, nuevamente, juegue o concéntrese en temas con los que se sienta cómodo. Temas simples y familiares para empezar.